Por: Redacción 

🅛os bloqueos de El Estor, Izabal se han vuelto parte del diario vivir,  su eslogan de “Estorcito Alegre” ha quedado en el olvido y se ha convertido en un municipio aislado, estancado su desarrollo y crecimiento.

Autoridades departamentales y nacionales pasan por cargos públicos, pero ninguna ha encontrado una solución de raíz a esta situación, a medida que el tiempo pasa cada vez los bloqueos se incrementan, pasando de tener dos a ocho bloqueos diarios en diferentes sectores, haciendo de este un lugar inestable.

Vecinos del Municipio indican que este tipo de personas no son originarios de El Estor sino que llegan desde áreas rurales de Alta Verapaz y que han encontrado en los bloqueos un modo fácil de vivir por medio de la extorsión. 

Estas personas han operado en otras áreas y llegan para controlar el paso de personas en el sector. Algunas de las familias con mayor antigüedad empiezan a perder la paciencia ante esta situación, lo cual podría provocar serios enfrentamientos entre pobladores.

Con información del corresponsal Carlos Cruz

EL PERIÓDICO